Fundamentación del nombre
Hans Christian Andersen ha dejado
como legado a la literatura universal cuentos infantiles que son consideradas
obras maestras tales como El patito feo, La princesa del guisante, El valiente
soldadito de plomo, La sirenita,… Hans Christian Andersen ha buscado a través
de sus obras fomentar la curiosidad por aprender y la capacidad para
comprender. En consecuencia el nombre del Colegio ha sido pensado para
homenajear el escritor danés quien siempre tuvo como destinatarios de sus obras
al bien más preciado de la sociedad: nuestros niños.
Nuestra Historia
En 1969 comenzaban las primeras
clases del Colegio Hans Christian Andersen bajo la conducción de la Profesora
Alicia G. de Marengo y el lema “luz y guía”. La “casona” de Ciudad de la Paz y
Zabala, ubicada en el barrio de Belgrano, por aquellos tiempos, parecía grande
para los 69 alumnos que terminaban su escuela primaria con la satisfacción de
haber aprendido a resolver las primeras situaciones problemáticas que se les
presentaban. Pero en poco tiempo el espacio se fue ocupando y los niños
quisieron continuar sus estudios en nuestro Andersen. Así en 1978 abrió sus
puertas la sección Secundaria. Hoy, nuestra Institución ofrece una
infraestructura edilicia que consta de tres edificios con más de sesenta aulas
que albergan 1200 alumnos y un plantel docente y no docente de 185 personas.
En medio de un desarrollo sin
interrupciones surgió, en el año 2001, la sede Pacheco que estrenó su edificio
en un campo deportivo de 14 hectáreas bajo el lema “desafío y proyección”.
Han
pasado muchos años desde aquellos primeros pasos en 1969, pero los logros no
fueron menores, Nuestra máxima aspiración sigue siendo enseñar a pensar,
instalar en nuestros niños un espíritu crítico y reflexivo que les permita
aprender a aprehender respetando normas, previendo situaciones, transformando
la disciplina en autodisciplina comprendiendo que el ser humano, fuera de su
especialidad, debe ser culto, es decir, saber administrar valores.
Ese es nuestro objetivo. Ayudar a
quienes forman y se forman en nuestras aulas a que no se contenten con ser
buenos profesionales, sino que busquen ser buenas personas. Que entiendan que
son muchas las cosas que importan poco y, en cambio, pocas las que importan
mucho. Hoy son muchos los antiguos alumnos /as de nuestra Institución que
ocupan puestos de responsabilidad con total profesionalidad unido a cualidades
humanas intachables en numerosas organizaciones. Siempre hemos considerado que
su éxito es el nuestro.
¿Qué dejamos para mañana?
La alegría… ¿tiene más que ver con
el facilismo o con el esfuerzo? El esfuerzo ¿tiene que ver con el sufrimiento?
El esfuerzo tiene que ver con trabajar con ansia, con intentar, con ánimo.
Podemos
decir que el sufrimiento es pasivo. Tiene que ver con lo algo inevitable, con
estar afectado por…En cambio, el esfuerzo tiene que ver con intencionalidad, con el deseo y la voluntad de
conseguir lo que consideramos importante.
Entonces, si son tan diferentes ¿por
qué confundimos el esfuerzo con el sufrimiento? “Cuentan que una persona miedosa
observaba como nacía una mariposa. Durante un buen rato contempló asustada como
la mariposa intentaba salir por el pequeño agujero que ella misma había abierto,
haciendo esfuerzos que parecían infructuosos…hasta que llegó al convencimiento
de que quedaría aplastada a
medio
salir y, por lo tanto, moriría. Desconfiando, pues, de la capacidad de la
mariposa para salir airosa de esta situación, esta buena persona decidió hacer
un corte que terminara de abrir el pequeño agujero hecho con constancia por la
mariposa. ¡Ahora sí salió fácilmente!
Una vez afuera, la observó: tenía
las alas muy arrugadas y adheridas al cuerpo. Esperó en vano a que la mariposa
batiera las alas y se pusiera a volar. Fue inútil: la mariposa nunca salió a
volar. Siempre se arrastró por el suelo perseguida por las hormigas”.
Aquella buena persona no se
explicaba por qué, a pesar de haberle ahorrado a la mariposa lo que ella
concebía como sufrimiento, ésta “ni aún así había sobrevivido”. Lo que él,
había impedido con su intromisión, es que con el esfuerzo los fluidos internos
del cuerpo de ese animalito se esparcieran hasta fortalecer las alas y lo
capacitara para volar.
María Montessori lo resumía con una
frase, “cuando le ahorras a un niño el esfuerzo que él podía hacer, cuando le
ayudas más de lo que necesita…, estás impidiendo que crezca”.
Si tenemos claro que representa el
esfuerzo, sabremos presentar a los niños y niñas que la idea de la alegría, de
ilusión…está íntimamente relacionada con proyectos y esfuerzos.